La Costa Quebrada, situada en el litoral cantábrico, es una joya geológica que ilustra de forma excepcional la historia de nuestro planeta. Escrito en sus cerca de 20 kilómetros de extensión podemos leer la interminable lucha entre el mar y la tierra, lo que ha dado lugar a conjuntos de estructuras y formas de todo tipo: acantilados, playas, islotes, dunas, estuarios… esculpiendo un paisaje de una belleza sublime. Podemos observar el arduo trabajo del mar sobre la piedra durante millones de años en esta escarpada línea costera, que igual ofrece playas de arenas finas como hileras de piedra afilada como cuchillo, o la huella agrietada de la piel terrestre. Un auténtico deleite para nuestros sentidos.