Nadie como quienes hemos nacido junto al mar sabemos del influjo que este ejerce sobre nosotros. Quien lo ve por primera vez, cae rendido sin remedio a su hechizo. Quien lo abandona, lo extraña por siempre. Qué tendrá el mar, por qué nos provoca tantas emociones… ¿su música? ¿su aroma? Tal vez observamos, con ojos inconscientes, lo que hace tantísimo tiempo fue nuestro hogar. A veces calmado y a veces furioso, pero siempre dinámico, ofrece muchas posibilidades fotográficas porque vive en constante transformación. ¡Oh! el mar…